miércoles, 1 de diciembre de 2010

“OH CABARET, OH CABARET, OH CABARET…”

Ojalá la meta sea destronar a Buenos Aires como la ciudad de América del Sur, donde se puede disfrutar de los mejores musicales de Broadway en español… y que las aspiraciones logren ir aún más allá, una vez arado el terreno se podría idear ese gran musical “made in Venezuela” que perdure en la memoria del colectivo, porque el talento existe, sin embargo el género se ha trabajado muy intermitentemente en las salas de nuestra Caracas.

La labor de codear al venezolano con lo que es un musical se ha venido realizando en los últimos años, con piezas ovacionadas a nivel mundial. De la mano de Producciones Palo de Agua y Michel Hausmann como director, hemos visto desfilar en el Aula Magna de la UCV, montajes locales de “El Violinista sobre el Tejado”, “Jesucristo Superestrella” y “Los Productores”. El caso de “CATS” no fue el mismo, el año pasado por primera vez se presentó en el país un musical original y si bien no contribuyó a incrementar la producción local, logró darle más firmeza al gusto por el género.

En ese camino, que se espera tenga como objetivo la creación de títulos musicales con sello nacional, encontramos una nueva aproximación, el mítico “Cabaret”, llega al Teatro Teresa Carreño con un selecto elenco de artistas nacionales, de la mano del director César Sierra; para más referencia, nieto de Lily Álvarez y Gabriel Martínez, quiénes innovaron en la manera de hacer teatro infantil, con un tenaz esfuerzo que comenzó hace más de cincuenta años atrás.

Adrián Delgado, Luis Fernández, Naty Martínez, Cayito Aponte, Karl Hoffman y Francis Rueda serán los dueños, durante seis funciones, de una trama delirante que se desenvuelve en la Berlín previa a la locura nazi y con un guión que lejos de ser superfluo y cargado de números musicales, muestra un desarrollo socio político definido. “Cabaret” tiene historia, su origen se remonta a la novela de Christopher Isherwood, “Adiós a Berlín”; luego se convertiría en musical para estrenarlo hace más de 40 años, revolucionando el Broadway de la época; más tarde en 1972, vino la aclamada versión fílmica, bajo la dirección de Bob Fosse y en la década de los 90 Sam Mendes se atrevió a modernizarla, para hacerla accesible a las nuevas generaciones.

Así que desde ya, como dice mi frase favorita del musical “Vivan y dejen vivir”, porque a partir de este 4 de noviembre, los caraqueños sentirán el mítico “Willkommen, Bienvenus, Welcome, Bienvenidos al Cabaret” retumbar por toda la ciudad.


Melisa Rauseo

info@primeraclase.net

Twitter: @melisarauseo



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