Con orgullo el país centroamericano atesora el 5% de toda la biodiversidad del planeta, todo en un territorio tan pequeño como variado. A cortas distancias es posible disfrutar del contraste que deparan sus ambientes marinos, bosques nubosos o los paisajes enigmáticos de sus volcanes.
La conciencia por la preservación del medio ambiente se siente desde el primer momento. Y no se puede esperar menos de sus habitantes alegres y amables, quienes han crecido entre playas paradisíacas, humedales, cadenas montañosas, bosques tupidos, llanuras fértiles, valles apacibles e incluso, volcanes activos e inactivos. Un paraíso tropical que cree fervientemente en su slogan: “Pura Vida”.
La naturaleza no escatima en cifras. Así, su reserva de Monteverde sirve de hogar a 10.000 especies de orquídeas, que la convierte en el lugar del planeta con más densidad de estas plantas. Las aves también han encontrado su edén. No en vano, conviven 850, más de 100 mamíferos y 214 especies de reptiles. Además, Costa Rica se encuentra dentro de los pocos lugares del planeta cuyos dos océanos (Caribe y Pacífico) son los elegidos como el lugar de anidación para tortugas marinas.
Amor por la biodiversidad
Una visita más que recomendada es al Parque Nacional Manuel Antonio que incluye a las famosas islas del Golfo de Nicoya localizadas en el Pacífico Central. Por cuenta propia hay que constatar la fama de esta zona, catalogada como una de las reservas de vida silvestre más visitadas de todo el planeta.
La biodiversidad de flora y fauna junto a sus playas escondidas y la ciudad de Puntarenas, encabezan los principales atractivos. Las mejores playas son las Pochote, Montezuma, Tambor y Cabuya, con su impresionante catarata que cae al mar desde grandes acantilados.
Ya en el Pacífico Sur tendrá la oportunidad de vivir el lado wild, cargado de adrenalina, pues además concentra la mayor cantidad de zonas protegidas y reservas indígenas de todo el país.
El punto más extremo del ecoturismo se vive en el Parque Nacional Corcovado, en la isla de Caño o el Delta del Diquís. Haga una parada en la playa Sirena y en Dominical, reconocida por ser preferida de los surfistas. Y si quiere hacer submarinismo o contemplar las ballenas jorobadas, el Parque Nacional Marino Ballena es el sitio ideal.
No obstante, una de las zonas que más atrae la atención de viajeros internacionales es Fortuna de San Carlos, donde se encuentra el volcán Arenal. Impactante es el espectáculo de las emisiones de lava en medio de la nocturnidad. El área forma parte del Parque Nacional Volcán Arenal, en cuyas márgenes viven tres especies amenazadas de mamíferos: la danta, el jaguar y el oso hormiguero, además de ser un lugar recomendado para la práctica del canopy. Un baño terapéutico en las aguas termales del río Tabacón, con piscinas minerales de 37 grados pagará la visita. Y es que con razón su gente siempre está dispuesta a compartir su país con la más cálida de sus sonrisas.
Dayana Figuerella.
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(fotos cortesía de Stockxchng)
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