martes, 26 de julio de 2011

TRANSCANTÁBRICO


Un crucero en tren



Recorrer el norte de España, descubrir parte de sus pueblos, rincones, ciudades que poseen personalidad e historia de sobra, adentrarse en una gastronomía particular, autóctona, tradicional y hasta de autor, regarla con caldos y denominación de origen, deleitarse con productos que tienen leyendas que contar, aprender de su gente y todo esto hacerlo con un lujo que posee un aire de nostalgia, un tren de vía estrecha, donde su elegante color azul marino y beige, azul brillante e intenso, salones con confort y elegancia, manteles de hilo, detalles de arte, alfombras, cristalería fina con grabado del emblema de la empresa al igual que su fina vajilla y cubertería, tan sólo 14 cabinas, para 28 exclusivos pasajeros, cada una con todo lo necesario que puede pedir un viajero experimentado y exigente; camas dobles o sencillas, mullidos colchones, almohadas de plumas, televisión en el dormitorio y el recibidor, sistema wifi ,aire acondicionado individual, teléfono para llamar a todo el tren, servicio a las cabinas, cosa que no creo necesitarán, pero en fi n ahí está para todos.

Películas en circuito cerrado, ambiente musical, un baño con ducha, vapor,hidromasaje, paneles de madera, y no menos importante un personal joven, atento al extremo, servicial, dispuestos a complacerles en todo, siempre sonreídos, elegantes en guantes blancos, cada mañana un “buenos días” que alegra el espíritu, un desayuno copioso, jamón ibérico, yogurts, jugos, naranjas recién exprimidas, canapés de caviar, de salmón, tortillas, omelettes, huevos a su gusto, diferentes embutidos, panes, quesos, y café recién hecho.
Cada día es una sorpresa insospechada, un bus preparado especialmente para los pasajeros de “El Transcantábrico” acompaña el tren, es el medio más adecuado para acercarles a los pueblos, a las excursiones necesarias en la zona, con una guía altamente profesional y sin perder este importante adjetivo; la simpatía, siempre atenta y sonreída para que usted disfrute. Los lugares son visitados con la información necesaria como para dejarles unas ganas incontenibles de volver, cada rincón tiene su magia, su carácter, que belleza de región señores!

Por si todo esto no les fuera aún suficiente, les cuento que hay un cuidada selección de restaurantes en cada lugar para disfrutar de almuerzos y cenas que serán parte de la memorabilia de su viaje, cada comida es toda una experiencia, siempre acompañada de vinos seleccionados para acentuar, resaltar los diferentes platos, un maridaje perfecto, al final de esas copiosas comidas que con tan buena compañía se hacen aún mas amenas, llegan los licores típicos, generalmente el Orujo es protagonista con sus diferentes acepciones, los licores tradicionales también les son ofrecidos.


Se duerme plácidamente en el tren detenido siempre, los trayectos se realizan de día, para que se pueda apreciar el paisaje, lleno de verdes
en todas sus tonalidades, de mar, de salitre, de un mar tan temperamental como El Cantábrico hogar y refugio de tan buen pescado y buen marisco aguerrido, que lucha para aferrarse a las rocas de un mar embravecido por eso desarrolla una musculatura aferrándose a la vida para adueñarse de su entorno, muchos terminaran en nuestras mesas, así es la vida, fantásticos centollos, enormes nécoras, almejas, calamares, erizos, su caviar, bogavantes, langosta, percebes por quienes muchos pierden la vida para arrancarles la de ellos, unos señores de raro aspecto emulando dedos de dinosaurios con un intenso sabor a yodo que se cotizan a unos 200 dólares el kilo, cigalas y cuando de peces se trata, están las anchoas del cantábrico, merluzas, rapé. Si es amante del lujo discreto, sin excesos, con sobriedad, absolutamente fiel, elegante sin ostentación, si además ama la buena mesa y aprecia un servicio cálido, de un trato sutil, nada invasivo, si disfruta de la historia y leyendas, de la cultura y las tradiciones de los vínculos de la misma con la gastronomía, si sus ojos no se saturan jamás del verde, del azul, venga sin pensarlo dos veces a esta región de duendes, de brujas, de hadas, de sueños; sueños que se hacen realidad, que se tocan, se saborean, los que se viven y se escriben con tinta espesa, Aborde El Transcantábrico y déjese llevar, será una semana que revivirá por el resto de sus días. En futuras entregas les iré dando más señales de este maravilloso recorrido. !Hasta entonces!


Alexis G. Navas Magáz
info@primeraclase.net
Twitter: @lujoenelmar

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