martes, 6 de abril de 2010

SIENTE A VENEZUELA


MARGARITA

LA ISLA DE LAS PERLAS

Fue en el tercer viaje que Don Cristóbal, ese marinero genovés que navegaba por lo que era conocido como tierra de gracia, descubrió la isla de Margarita. Se encontró con aborígenes que adornaban su cuerpo con perlas, algunas del tamaño de una avellana, justamente de ahí nos proviene el nombre. Siglos después me causa mucha satisfacción que desde Italia, cuna de Cristóbal Colón, en pleno siglo veintiuno conocen a nuestra isla como Santa Margarita. Seguramente, a diferencia de nuestro descubridor, ésta no será nuestra tercera visita a la isla de las perlas, ni la última tampoco.

Si me pidieran orientación para planificar un viaje a la isla comenzaría por dividirla geográficamente en dos partes, como una torta, la cortaría por la mitad dejando del lado izquierdo la belleza apasionante, agreste, exótica y natural de la Península de Macanao, y del lado derecho lo urbano, social, ecléctico, ordinario y fascinante del destino, sin olvidar a su gente: los margariteños, los navegados y sus visitantes, la mejor mezcla para ese cocktail que conforma a Margarita.

Macanao es como bien definen allí, el otro lado de la isla, bellezas insospechadas e inexploradas que pueden conocerse de dos maneras: preguntando, que creo es la opción que da más sensación de libertad porque la amabilidad de la gente lo permite, o con los famosos GPS, que por más tecnológicos que sean no nos dicen en dónde hay una buena playita, así que mejor pregunten, se encontrarán con desiertos, acantilados y hermosas playas azules.

Les daré algunos datos de la zona: Playa Puerto Real, muy cerca del El Humo, es una playita muy pequeña de arenas blancas, su oleaje es suave y de mar profundo, hasta ahora está muy limpia, bien mantenida y es un sitio ideal para encontrar tranquilidad. Playa La Mula en la vía hacia Robledal, al norte de la península, es una playa solitaria de gran extensión con arenas muy blancas, es un tanto árida pues carece de vegetación y hasta hace unos años se practicaba el nudismo, es un sitio de mucha paz y tranquilidad. También está Playa La Pared, ubicada en dirección norte pasando el Centro Makatao, es una playa solitaria, un paraje espectacular que no posee vegetación por lo cual hay que ir bien equipado para el sol, no tiene servicios pero el pueblo El Tunal está muy cerca de donde hay comida, la playa es un espectáculo y se conserva muy limpia.

En la población de Boca de Río el principal atractivo del lugar es el Museo Marino de Margarita. Lo recibirá un esqueleto de ballena de más de 14 metros. El museo posee variadas salas con diferentes especies de peces, corales, perlas, tortugas, réplicas de barcos y fotos satelitales de la isla de Margarita. En la zona de los acuarios se pueden contemplar distintas especies marinas vivas y hasta se permite la interacción.

Justo en el medio de éste mundo, entre lo sublime y lo banal, se encuentra el Parque Nacional Laguna de La Restinga. El puente para llegar desde Macanao al otro lado de la isla se construyó apenas en 1963, momento en el cual se pudo unir a la isla por carretera…, curioso, ¿no?

El contacto con la naturaleza, la oportunidad de observar la vida silvestre y disfrutar de playas solitarias, la naturaleza árida y un calor muy seco marcan la primera diferencia con el resto de la isla, navegar y visitar los famosos canales son un gran atractivo turístico, es una zona protegida para aves y algunas especies marinas, y todavía, con mucho esfuerzo por su cuidado ambiental, existen las famosas ostras margariteñas, chiquitas pero muy gustosas. En la actualidad La Laguna de La Restinga abriga a 85 especies de aves, 20 de reptiles y diez de mamíferos, y tiene más de 100 kilómetros cuadrados con canales navegables, cada uno identificado con nombres específicos, cuya historia van narrando los lancheros.

El lado activo de la isla tiene dos entradas por mar a través de sus ferrys, una carretera larga y recta que tropieza con la salida del aeropuerto Santiago Mariño y nos empuja a todos cual embudo al mismo lugar. Si te quedas en Porlamar disfrutarás de una ciudad atractiva y cien por ciento turística, sin nada que envidiarle a cualquier otra Isla del Caribe en cuanto a infraestructura urbana, servicios, compras, centros comerciales, gente bella y alegre, en fin, éste lado de Margarita ofrece un verdadero ambiente de vacaciones, con diversión para todas las edades y gustos.

Su gastronomía es muy buena, encontrarás desde comida autóctona, de fusión, internacional, comida rápida, hasta las simples y exquisitas empanadas de cazón con una buena agua e´ coco a la orilla de la playa, la verdad es que en Margarita se come excelentemente y el servicio es formidable.

Porlamar posee muy buenos hoteles, apartamentos vacacionales y posaditas maravillosas en el centro de la ciudad por la Plaza Bolívar, el Boulevard Guevara y otras cercanas a la costa hacia el norte. La noche de Porlamar está llena de diversión, hay numerosos bingos y casinos, muchas discotecas, cafés y lo mejor está en que la luz nunca se apaga, los locales esperan a que salga el sol.

Antes de subir hacia las playas hay una parada obligada: pasar por La Virgen del Valle para venerar a nuestra patrona milagrosa, el pueblo margariteño y los fervientes seguidores de todo el país no dejan de visitarla, yo soy uno de ellos pues ese lugar me ha otorgado mucha paz, me remonta a un pueblo detenido en el tiempo hace unos 200 años.

Bella Vista, La Isleta, Playa Moreno, Playa Guacuco, El Tirano, Playa Parguito Playa El Ángel, Manzanillo, Puerto Cruz, Caribe, La Galera y Juan Griego son las playas más populares de la isla, en ellas encontrarás numerosas infraestructuras hoteleras dispersas por su territorio. No dejes de comerte un buen pescado frito, unos tostones y una estupenda fosforera y regresarás a la rutina diaria con las pilas bien puestas y con ese sabor que nunca perdemos al volver a nuestra Perla del Caribe, ¡Made in Venezuela!


Julio Arnaldes

info@primeraclase.net

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