MARGARITA
Fue en el tercer viaje que Don Cristóbal, ese marinero genovés que navegaba por lo que era conocido como tierra de gracia, descubrió la isla de Margarita. Se encontró con aborígenes que adornaban su cuerpo con perlas, algunas del tamaño de una avellana, justamente de ahí nos proviene el nombre. Siglos después me causa mucha satisfacción que desde Italia, cuna de Cristóbal Colón, en pleno siglo veintiuno conocen a nuestra isla como Santa Margarita. Seguramente, a diferencia de nuestro descubridor, ésta no será nuestra tercera visita a la isla de las perlas, ni la última tampoco.
Si me pidieran orientación para planificar un viaje a la isla comenzaría por dividirla geográficamente en dos partes, como una torta, la cortaría por la mitad dejando del lado izquierdo la belleza apasionante, agreste, exótica y natural de
Macanao es como bien definen allí, el otro lado de la isla, bellezas insospechadas e inexploradas que pueden conocerse de dos maneras: preguntando, que creo es la opción que da más sensación de libertad porque la amabilidad de la gente lo permite, o con los famosos GPS, que por más tecnológicos que sean no nos dicen en dónde hay una buena playita, así que mejor pregunten, se encontrarán con desiertos, acantilados y hermosas playas azules.
Les daré algunos datos de la zona: Playa Puerto Real, muy cerca del El Humo, es una playita muy pequeña de arenas blancas, su oleaje es suave y de mar profundo, hasta ahora está muy limpia, bien mantenida y es un sitio ideal para encontrar tranquilidad. Playa
En la población de Boca de Río el principal atractivo del lugar es el Museo Marino de Margarita. Lo recibirá un esqueleto de ballena de más de
Justo en el medio de éste mundo, entre lo sublime y lo banal, se encuentra el Parque Nacional Laguna de
El contacto con la naturaleza, la oportunidad de observar la vida silvestre y disfrutar de playas solitarias, la naturaleza árida y un calor muy seco marcan la primera diferencia con el resto de la isla, navegar y visitar los famosos canales son un gran atractivo turístico, es una zona protegida para aves y algunas especies marinas, y todavía, con mucho esfuerzo por su cuidado ambiental, existen las famosas ostras margariteñas, chiquitas pero muy gustosas. En
El lado activo de la isla tiene dos entradas por mar a través de sus ferrys, una carretera larga y recta que tropieza con la salida del aeropuerto Santiago Mariño y nos empuja a todos cual embudo al mismo lugar. Si te quedas en Porlamar disfrutarás de una ciudad atractiva y cien por ciento turística, sin nada que envidiarle a cualquier otra Isla del Caribe en cuanto a infraestructura urbana, servicios, compras, centros comerciales, gente bella y alegre, en fin, éste lado de Margarita ofrece un verdadero ambiente de vacaciones, con diversión para todas las edades y gustos.
Su gastronomía es muy buena, encontrarás desde comida autóctona, de fusión, internacional, comida rápida, hasta las simples y exquisitas empanadas de cazón con una buena agua e´ coco a la orilla de la playa, la verdad es que en Margarita se come excelentemente y el servicio es formidable.
Porlamar posee muy buenos hoteles, apartamentos vacacionales y posaditas maravillosas en el centro de la ciudad por
Antes de subir hacia las playas hay una parada obligada: pasar por
Bella Vista,
Julio Arnaldes
info@primeraclase.net
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