La capital panameña es una ciudad que está acostumbrada a los encuentros. A pulso se ha ganado el sitial del “hub” de las Américas, al ofrecer el entramado de conexiones aéreas entre Norteamérica, Centroamérica, Sudamérica y el Caribe. Sus aguas están abrazadas por dos océanos y una nutrida mezcla de razas y orígenes étnicos convergen en un territorio de más de 7.557 kilómetros cuadrados.
Más allá de su privilegiada ubicación geográfica, el país alberga con orgullo al Canal de Panamá, considerado entre las siete maravillas arquitectónicas del mundo moderno. Y entre los venezolanos, su capital se ha convertido en un mustirresistible para el shopping, sin desdeñar su ascendente negocio inmobiliario. Mientras que los jubilados y pensionados extranjeros catalogan a Panamá como el primer país ideal para vivir entre los cuatro mejores del mundo fuera de los Estados Unidos.
Pero, la simpatía de sus habitantes y los diferentes ecosistemas, aunado a las opciones de entretenimiento, famosos hoteles y su conglomerado bancario internacional le adjudican un lugar de honor entre los destinos turísticos de moda.
El encanto de lo diverso
Desde el primer instante, los contrastes comienzan a acaparar la atención. Y la tradición fluye tan rápido como la vanguardia. El deleite visual llega desde las alturas de los imponentes rascacielos de Punta Paitilla, y de la avenida Balboa hasta llegar a su Casco Antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1977.
Merece la pena detenerse en el barrio de San Felipe y darse un paseo por la zona histórica. El paso por el Casco Antiguo da tregua para disfrutar de buenos restaurantes y del mercado de artesanías para adquirir las famosas molas (pieza elaborada por la etnia Kuna), así como tomar la foto del skyline de la ciudad moderna y de la bahía de Panamá desde el mirador.
La visita al Canal es uno de los mayores atractivos de la ciudad. Si quiere ser testigo de su ampliación, organice el tiempo para ver su museo, las tres esclusas de Miraflores, y en especial la de Gatún, considerado como el único lugar del mundo en donde es posible pasar en el carro al frente de un barco carguero.
A la hora de dar un paseo reconfortante la opción es el Causeway de Amador. La zona cuenta con restaurantes, centros comerciales y marina. Interesante también es visitar el centro de exposición del Instituto de Investigaciones Tropicales Smithsonian, que alberga una representación de especies exóticas de la vida marina.
Pero si hay algo que les apasiona a los panameños es pasarla bien. Para suscribirlo, nada como hacer un alto en la calle Uruguay, y en la nueva área llamada “Zona Viva”, que concentra los mejores restaurantes, bares y discotecas de la ciudad. De día o de noche, en aire y en el mar, la capital panameña propicia los encuentros.
Dayana Figarella
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