Cuando me preguntan por algún destino, recomiendo conocerlos y visitarlos todos de nuestro encantador y variado territorio nacional. Una parada obligada y muy placentera es el Estado Falcón, cargado de una gran importancia cultural, social, ecológica, natural, y económica, dueña de un gran valor histórico, no sólo orgullo de Venezuela sino del mundo, pues su capital Santa Ana de Coro fue denominada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Una curiosidad para los viajeros venezolanos que frecuentan las islas de Curazao, Aruba y Bonaire se encuentra en el árbol emblemático del Estado Falcón, el Cují Yaque, mejor conocido como el árbol de Divi Divi, denominación proveniente de nuestro país y adoptado por las islas mencionadas.
Viajar por Falcón no es fácil, primero hay que entender el territorio. Hay mucho que ver y visitar en nuestro recorrido, y para eso ¡hay que moverse! Empecemos por la capital Santa Ana de Coro, la ciudad más antigua de Suramérica. Fue fundada en 1.527 por Juan de Ampíes, nombre que se le atribuye al vocablo indígena Arauco que significa Lugar de Viento. La Catedral de Coro es uno de los templos más antiguos de Venezuela, sitio que debemos visitar alguna vez en nuestras vidas. Al lado de la Iglesia está el Museo Diocesano donde están exhibidos tesoros de oro y plata utilizados durante la época de la Conquista Española, al igual que el Museo de Arte Contemporáneo, donde artistas de la época actual exhiben sus obras: no dejes de ver la Cruz de San Clemente, el Arco de la Federación, una replica muy bien conservada, también es prioritario tomarse una foto en la estatua de Don Rodrigo de Bastidas, el primer obispo de la ciudad.
Otra parada es la Iglesia de San Clemente y la muy conocida Casa de las Ventanas de Hierro. Una obra arquitectónica interesante es la Casa de los Arcaya, provista de un mantenimiento y cuidado digno de admirar. El casco histórico te cautivará con sus bellas calles empedradas, un paseo que puede hacerse en un par de días sin dejar de disfrutar de la gastronomía típica: el coco, el chivo, sus sueros y quesos, aliños y picantes caseros, acompañados de la excelente pesca de la región.
Por el alojamiento ¡despreocúpense!, eso sí, hagan sus reservas con anticipación pues la gente local ha inundado de bellas posaditas toda la ciudad y sus alrededores. Les sugiero quedarse una noche en Coro para después subir a la Península.
Si nos movemos hacia el sur encontraremos el pueblito colonial de Santa Ana, el más antiguo de la región, posee una bella iglesia que data del siglo XVI. Muy cercano al norte se encuentra Punto Fijo, en plena Península de Paraguaná, ciudad favorecida como zona de puerto libre donde pueden comprar a menor precio una infinidad de productos importados. Esta ciudad se comunica vía marítima y aérea con Aruba, Curazao y Bonaire. Mantiene un complejo de astilleros y sus costas están llenas de pesca artesanal.
Los fascinantes Médanos de Coro son las formaciones más desérticas del paisaje venezolano, parada obligada para todo turista que desee correr por sus extensas arenas, las cuales se forman y deforman cambiando constantemente de topografía por los fuertes vientos alisios. Existe una compañía de Jeeps en Coro donde se facilitan paseos guiados, no duden en contactarlos, es una tremenda experiencia.
Para el turismo ecológico de aventura, recomiendo el Parque Nacional de la Cueva de la Quebrada del Toro, en esta zona conviven guácharos, arácnidos y especies de la zona. El parque posee grandes cavernas, encontrándose la segunda de más importancia en Venezuela, de más de un kilómetro y medio. Podrás hacer espeleológica, escalada de paredes, y admirar una corriente fluvial subterránea que forma un embalse navegable con botes de goma. El parque posee una galería principal perforada por tres cráteres, fascinante para los conocedores de esta materia.
Al este de la Península de Paraguaná se ubica Adícora, con kilométricas extensiones de playas desde muy turísticas, con todos los servicios, hasta escondites privados llenos de paz y tranquilidad. La zona oeste de la península ofrece más hotelería e infraestructura vertical, sus playas son fascinantes. Si sigues subiendo hasta el Cabo San Román, la playa de Puerto Escondido es una de las más visitadas, Playa El Faro una parada obligada.
En la Península se celebran mucho las procesiones de la Virgen del Valle, muy curioso pues se trata de la patrona de la isla de Margarita, pero como buenos pescadores la conexión marítima se interpuso entre ambos destinos a través de sus corredores marítimos, Falcón fue el lugar de residencia por meses de los Margariteños, razón por la cual se arraigaron estas costumbres margariteñas en el estado.
Así que no te extrañe si ves a algún falconiano comiendo Chivo en Coco con picante casero y que al saludarlo te diga: ¿Qué hubo hijo er diablo….?
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