Una vez más, un gran porcentaje de venezolanos amanecerán con la reiterada “cabeza de pelota”, condición que permanecerá intacta durante un mes en una especie de tregua, de analgésico para olvidar, la coartada perfecta para dejar de pensar en el día a día y en los compromisos de la cotidianidad. Las emociones terminan mezclándose con la razón, y es que no podría ser de otra manera, se trata de la gran fiesta del fútbol.
Desde el próximo 11 de junio, la energía nacional estará tan orientada a los gritos de “gol” que si se revisa la agenda durante el periodo que abarca el mundial, se notará que el entretenimiento no arroja muchos resultados positivos. Cualquiera que se tome unos minutos para hurgar en twitter, facebook, mails o la web en general, notará que durante el intervalo futbolístico existe un notable descenso en cuanto al número de conciertos importantes en Venezuela, sobretodo si los comparamos con los de mayo, mes durante el cual disfrutamos de más de una decena de presentaciones.
Tal vez un caso aislado sea el de Anahí. La ex RBD estará ofreciendo su primer show como solista en Venezuela el próximo 18 de junio en el anfiteatro del Sambil, un espectáculo dedicado netamente a un público púber; lo cual se traduce en “fútbol” para el resto de la población. Al Papa Juan Pablo II se le atribuye una frase bastante atinada que engloba lo que representa esta fiesta mundial: “De todas las cosas sin importancia, el fútbol es, de largo, la más importante”.
Las constantes alusiones a Maradona, Messi, Kaká, Cristiano Ronaldo, Puyol o Forlan, suplantarán las menciones a personajes del mundo del entretenimiento; únicamente uno que otro recordará, por ejemplo, que Green Day estará pisando suelo venezolano el venidero mes de octubre y que para sus seguidores la espera concluyó. Sin embargo, el concentrarse durante un mes en una única actividad deportiva, no es algo propio del siglo XXI, en la Antigua Grecia, por allá por el 776 AC, se celebraban los “Juegos Olímpicos” cada cuatro años ininterrumpidamente y el afán era tal, que incluso se paraban guerras mediante la declaración de treguas temporales.
Lo realmente importante es estar conscientes antes de que comience el mes de junio, de que en la mayor fiesta del fútbol únicamente alcanzarán la camiseta número 10 quienes asuman que el plano de la realidad no se puede paralizar y que continúa evolucionando, más allá del estadio, más allá de la pantalla de televisión, más allá de la hipnosis momentánea.
Melisa Rauseo
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