Ya la simple aventura de llegar a un cayo a través de sus típicas embarcaciones, los peñeros, lanchas públicas que te transportan de ida y vuelta, teniendo claro que se paga al regreso para que no te dejen varado, o con lanchas privadas que salen de las diferentes marinas de Tucacas y Chichiriviche, genera una emoción difícil de describir, hueles el mar, tocas la brisa y su agua fresca y vas disfrutando de un paseo turístico realmente deslumbrante en materia visual, para luego encontrarte con la belleza y magnificencia del cayo que elegiste para tu día de playa.
Este Parque Nacional se encuentra al noreste de Venezuela, entre las poblaciones de Tucacas y Chichiriviche. Posee una fauna protegida que reúne parte de sus especies autóctonas y más de 50 especies de aves migratorias.
Si viajas por carretera desde Caracas, debes tomar la Autopista Regional del Centro vía Valencia y luego Puerto Cabello, pasar la Refinería El Palito y seguir por una larga carretera que te conduce a Tucacas y Chichiriviche, que por cierto está bastante aceptable.
Hay un sin número de posadas para su estadía en la zona, ya que la única forma de pernoctar en los cayos permitidos es acampando. Los cayos no poseen ningún servicio básico, son islotes vírgenes. Cayo Sombrero es el principal, donde se alberga un puesto de la Guardia Nacional Costera.
El sol es muy fuerte por lo que debes protegerte muy bien, yo diría protegerte en exceso, si llevas niños tenerlos bien resguardados, puedes llevar sombrillas y cualquier implemento que quepa en la embarcación, sillas, toallas, agua, entre otras cosas esenciales.
Casi todas las islas o islotes están bordeados por preciosas playas de arenas muy finas y blancas en donde encontrarás arrecifes de corales espectaculares con peces multicolores. El snorkeling, el buceo y el windsurf son los atractivos turísticos más practicados de la zona.
Quienes tenemos la oportunidad de recorrer el mundo por nuestra profesión, podemos decir que son pocos los parajes con tanta vida y presencia turística como Morrocoy, ya que por lo general, estos destinos están resguardados solo para privilegiados, gracias a Dios y desde décadas atrás, este parque está al alcance de todo el mundo por igual, lo importante es reconocerlo, asimilarlo, respetarlo y cuidarlo, porque queremos tener la oportunidad de visitarlo por muchísimo tiempo más.
Julio Arnaldes
info@primeraclase.net
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